
El día en que mi abuelo murió yo iba en tren a las 7 de la mañana dirigiéndome a la universidad, cuando de repente vi el amanecer por los cristales. Era un sol precioso, anaranjado y muy luminoso, aún no sé porqué, ese día me fijé más en él que cualquier otra mañana. Le tiré una foto de lo bonito que era. A las 8, justo al llegar a la puerta de la universidad, recibí la llamada de mi padre.
No estoy triste, es más, me hace feliz saber que el recuerdo de mi abuelo se centra en esa imagen. En un simple y bello amanecer. Algo tan natural y puro como es el hecho de empezar un nuevo día. Eso, por tonto que parezca, me da mucha energía. Y gracias a eso escribí uno de los textos más bonitos de mi vida y que estará en el corazón de todos los que le quisieron.
"Que demà, que demà
Mancarà el fruit de cada pas
Per això malgrat la boira cal
Caminar".
Lluis Llach - Que tinguem sort
"Somewhere over the rainbow,
way up high,
and the dreams that you've dreamed of,
once in a lullaby."